Pediatría
ISSN impreso: 0120-4912
e-ISSN: 2444-9369
DOI:
 10.14295/rp.v57i3.441

Artículo de Investigación

 

 

Estudios de casos y controles: Asociación entre infecciones gestacionales y el desarrollo de defectos congénitos en recién nacidos de hospitales de la ciudad de Bogotá, durante el periodo 2001-2018

 

 

Case-control study: Association between gestational infections and the development of congenital abnormalities in newborns from hospitals in the city of Bogotá, during the period 2001-2018

 

 

 

Stefania López-Escruceríaa Sebastián Saldaña-Francoa, Ithzayana Madariaga Perpiñánb, Diana Cristina Patiño-Cuervoa, María Camila León-Sanabriab, Diego Rossellic, Ignacio Zaranteb,d, Gloria Milena Gracia-Charrye

 

a. Departamento de Microbiología, Facultad de Ciencias, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá D.C., Colombia.
b. Instituto de Genética Humana, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá D.C., Colombia.
c. Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá D.C., Colombia.
d. Hospital Universitario San Ignacio. Bogotá D.C., Colombia.
e. Secretaría Distrital de Salud de Bogotá. Bogotá D.C., Colombia.

 

Fecha de recepción: 18 de febrero de 2023

Fecha de aceptación: 20 de agosto de 2024

 

Cómo citar: López-Escrucería S, Saldaña-Franco S, Madariaga Perpiñán I, Patiño-Cuervo DC, León-Sanabria MC, Rosselli D, Zarante I, Gracia-Charry GM. Estudios de casos y controles: Asociación entre infecciones gestacionales y el desarrollo de defectos congénitos en recién nacidos de hospitales de la ciudad de Bogotá, durante el periodo 2001-2018.Pediatr. 2024;57(3):e484.

 

Autor de correspondencia: Ignacio Zarante. Correo: izarante@javeriana.edu.co

 

Editor en jefe: Álvaro Jácome Orozco

 

 

  

Resumen

Antecedentes: Las infecciones gestacionales que llevan al desarrollo de infecciones prenatales, son un importante problema de salud pública, especialmente en países en vía de desarrollo, ya que los agentes etiológicos pueden afectar el desarrollo fetal y por ende asociarse con discapacidad y muerte fetal.

Objetivos y Métodos: Determinar la asociación entre las infecciones gestacionales y el desarrollo de defectos congénitos (DC). Se realizó un estudio analítico de casos y controles, con análisis de variables cualitativas y cuantitativas con datos recolectados por el Programa de Vigilancia y Seguimiento de Anomalías Congénitas de Bogotá D.C. (PVSACB) incluyendo información autorreferida por las madres y recolectada a través de la ficha ECLAMC en 23 hospitales de Bogotá D.C. durante el periodo 2001-2018.

Resultados: Se registraron en total 474 699 nacimientos en la cuidad de Bogotá D.C. con 4 220 casos y un total de 5 771 controles (relación 1:1.36); incluyendo recién nacidos cuyas madres estuvieron expuestas o no a infecciones durante el embarazo. Se encontró que las infecciones bacterianas se asocian con DC en el sistema craneofacial (OR: 1.45-IC:0.82-2.57), osteomuscular (OR:1.21-IC:1.06-1.41), nervioso (OR:1.45-IC:1.14-1.84), región oral (OR:1.51-IC:1.14-2.0) y renal (OR:1.26-IC:0.93-1.71). Las de origen viral se asocian con los sistemas osteomuscular (OR:3.18-IC:1.78-5.69), nervioso (OR:2.42-IC:1.03-5.68), región oral (OR:1.67-IC:0.52-5.41) y renal (3.95-IC:1.67-9.33).

Conclusiones: Encontramos que las infecciones gestacionales que más mas relacionadas con DC fueron bacterianas y virales. Las infecciones maternas genitourinarias y respiratorias fueron las más frecuentes. Es importante profundizar en la asociación de infecciones por agente etiológico y el desarrollo de DC con el fin de establecer estrategias para el manejo materno oportuno que permitan reducir una de las principales causas de morbimortalidad infantil en el país.

 

Palabras clave: Anomalías Congénitas, Defectos Congénitos, Infección Prenatal, Infección Gestacional, Complicaciones Infecciosas del Embarazo, Transmisión Vertical de Enfermedad Infecciosa.

 

Abstract

 

Background: Gestational infections leading to prenatal conditions are a significant public health problem, especially in developing countries, since infectious agents can affect fetal development, which could be associated with disability and fetal death.

Objectives and Methods: To determine the association between gestational infections and the development of congenital abnormalities. An analytical case-control study was conducted, with analysis of qualitative and quantitative variables using data collected by the Surveillance and Follow-up Program for Congenital Anomalies of Bogotá (PVSACB), with data self-reported by mothers and collected through the ECLAMC record in 23 hospitals in Bogotá D.C. during the period 2001-2018.

Results: A total of 474 699 births were registered in Bogotá, D.C., with 4 220 cases and 5 771 controls (1:1.36 ratio), including newborns whose mothers were or were not exposed to infections during pregnancy. Bacterial infections were found to be associated with congenital abnormalities in the craniofacial (OR: 1.45-IC:0.82-2.57), musculoskeletal (OR:1.21-IC:1.06-1.41), nervous (OR:1.45-IC:1.14-1.84), oral region (OR:1.51-IC:1.14-2.0) and renal system (OR:1.26-IC:0.93-1.71). Those of viral origin are associated with musculoskeletal (OR:3.18-IC:1.78-5.69), nervous (OR:2.42-IC:1.03-5.68), oral region (OR:1.67-IC:0.52-5.41) and renal systems. (3.95-CI:1.67-9.33).

Conclusions: The gestational infections most associated with congenital abnormalities were bacterial and viral. Maternal genitourinary and respiratory infections were the most frequent. It is vital to delve into the association of disorders by etiological agents and the development of congenital disabilities to find strategies for opportune maternal management to reduce one of the country's leading causes of infant morbidity and mortality.

 

Keywords: Congenital Abnormalities, Birth Defects, Prenatal Infections, Gestational Infections, Infectious Pregnancy Complications, Vertical Infectious Disease Transmission.

 

 

Introducción

 

Las infecciones congénitas constituyen una de las principales causas de morbilidad y mortalidad fetal y neonatal, por lo cual siguen siendo un importante problema de salud pública a nivel mundial, especialmente en países en vías de desarrollo. (1) La infección prenatal suele producir prematurez, restricción en el crecimiento intrauterino (RCIU), ictericia neonatal, cardiopatías congénitas y otras alteraciones. Algunos de estos agentes infecciosos teratogénicos más frecuentes son virus como: el de la rubéola, citomegalovirus, herpes simple, zika, hepatitis B, chikungunya, dengue y varicela-zoster; bacterias como: Treponema pallidum, Gardnerella vaginalis, Mycoplasma spp; parásitos como: Toxoplasma gondii, Trypanosoma cruzii; y hongos como: Cándida spp. Estos agentes infecciosos cobran relavancia clínica dependiendo el trimestre de embarazo en el cual infectan a la gestante, las afectaciones y por ende las secuelas que pueden causar en el recién nacido (2).

 

Se define como anomalía o defecto congénitos (DC) cualquier alteración de la estructura anatómica, funcional o bioquímica producida en cualquier etapa de la gestación. Se pueden detectar antes, en el nacimiento o en los primeros años de vida y se clasifican de acuerdo con su complejidad, en malformaciones mayores o menores (3). Los DC son un problema global, se estima que cada año 79 millones de niños en el mundo nacen con alguno de estos, 3.3 millones menores de cinco años, mueren debido a los mismos y 3.2 millones tienen una condición de discapacidad asociada a estas patologías (4).

 

El Programa de Vigilancia y Seguimiento de Anomalias Congénitas de Bogotá D.C. (PVSACB) es coordinado por la Secretaría de Salud de Bogotá D.C. y el Instituto de Genética Humana de la Pontificia Universidad Javeriana. Este programa de vigilancia registra y recolecta información de los nacimientos de 23 hospitales en Bogotá D.C. (5,6). Se hace vigilancia desde 2001 con base en la metodología del Estudio Colaborativo Latinoamericano de Malformaciones Congénitas (ECLAMC). El ECLAMC es un programa de investigación clínica y epidemiológica de las anomalías congénitas en nacimientos hospitalarios latinoamericanos, tiene el objetivo de estudiar los factores de riesgo de estas a través de la metodología de caso-control (7).

 

Estudios a nivel internacional como el trabajo realizado en China por Wang Y, demostró que la infección por los agentes que hacen parte del síndrome de STORCH eran un factor de riesgo significativo de daño severo en el feto, especialmente defectos congénitos (8). En un estudio realizado en la ciudad de Cali, Colombia, de un total de 54 193 nacidos en el período analizado entre 2011 y 2017, 1 389 de estos (2.56 %) presentaban un DC (9).

 

El objetivo del presente estudio es explorar mediante un estudio de casos y controles, la asociación de las infecciones gestacionales registradas a través de la ficha ECLAMC con la presencia o no de defectos congénitos haciendo uso de los datos provenientes del PVSACB de Bogotá D.C., Colombia, durante el periodo 2001-2018.

 

 

Metodología

 

Estudio analítico de casos y controles, basados en datos cualitativos y cuantitativos auto referidos por las madres y recolectados a través de la ficha ECLAMC. La información fue obtenida de la base de datos del PVSACB de Bogotá D.C. durante el periodo de 2001 a 2018. Dicho estudio cuenta con los avales institucionales y del Comité de Investigación y Ética (CIE) de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana sede Bogotá D.C. (propuesta SIAP No. 00006555, ID proyecto 0006671, Comité de ética 2014/197).

 

La información de los pacientes fue recolectada de los 23 hospitales de Bogotá D.C.; el 51.1 % atendían principalmente pacientes del régimen subsidiado con recursos públicos y el 48.8 % principalmente pacientes del régimen contributivo y de recursos privados. Respecto al nivel socioeconómico, la distribución principal de las gestantes atendidas fue: 11 % de los hospitales atendían pacientes de estratos altos, 7 % estrato medio-alto, 38 % estrato medio, 2 % estrato medio-bajo y 42 % estrato bajo.

 

Dentro del estudio caso-control, los criterios de inclusión para los casos comprendían: recién nacidos vivos y mortinatos nacidos en los hospitales incluidos en el estudio en los cuales se hace vigilancia dentro del PVSACB que tuvieran un peso mayor o igual a 500 gramos, con algún DC mayor detectable al examen físico postnatal. El control se definió como el siguiente: recién nacido vivo, sin ningún DC y de igual sexo del caso, que haya nacido en el mismo hospital inmediatamente después del caso. Según el Manual Operativo del ECLAMC, no se selecciona un control para los mortinatos dado que se ha establecido que aquellos que ingresan como caso tienen un DC y es difícil encontrar un mortinato no malformado con características similares en un periodo corto tiempo. En este estudio los casos y controles fueron registrados por los médicos residentes de la especialidad de Genética Médica de la Pontificia Universidad Javeriana y por el médico rural de investigación del Instituto de Genética Humana. Para el desarrollo del presente estudio se utilizó una base de datos anonimizada de cerca de 600 000 nacimientos en la ciudad de Bogotá durante el período de tiempo descrito.

 

Se analizaron las siguientes variables cualitativas: sexo del recién nacido, vitalidad, tipo de agente infeccioso, sistema afectado en el recién nacido y edad materna distribuida por quinquenios. Los DC se clasificaron según el sistema o la región afectada en el recién nacido en: sistema cardiovascular; sistema respiratorio; región de la cara, cuello, nariz y ojo; región oral; sistema digestivo; sistema genitourinario; alteraciones renales; sistema osteomuscular; alteraciones de las extremidades; sistema nervioso; alteraciones del oído; sistema piel y tegumentos; no clasificados; polimalformados y síndromes. La clasificación está basada en los subgrupos de la European Surveillance of Congenital Anomalies (EUROCAT) (10) con la siguiente modificación: se separa alteraciones renales de sistema genitourinario. Las infecciones maternas fueron analizadas con base en la información consignada en la historia clínica, referencia verbal de la madre o tipo de medicamento utilizado en su tratamiento. Se consideró como infección mixta la presencia de dos o más agentes infecciosos en la misma gestante. Las variables cuantitativas evaluadas fueron: edad materna, edad gestacional (EG), año de nacimiento (discreto) y peso del recién nacido. 

 

Se realizó un análisis univariado utilizando métodos de estadística descriptiva básica de la herramienta Microsoft Excel 365. Las variables cualitativas se analizaron por distribución de frecuencias, mientras que para el análisis de las variables cuantitativas se utilizó la prueba t-Student para dos muestras suponiendo varianzas desiguales e iguales. Posteriormente se realizó el análisis de asociación con la prueba chi-cuadrado empleando el software Epicalc 2.0 para las variables: tipo de agente etiológico y sistema afectado (cardiovascular; cara, cuello, nariz y ojo; oído, genitourinario, piel y tegumentos, respiratorio, región oral, digestivo, osteomuscular, nervioso, renal, otros no clasificados, polimalformados o sindromáticos).

 

 

Resultados

 

Se registraron en total 474 699 nacimientos en la ciudad de Bogotá, de los cuales se obtuvieron 4220 casos y 5771 controles para una relación de 1:1.36 (ver Tabla 1). Los controles fueron tomados del mismo hospital al nacer y del mismo año de nacimiento del caso, organizándolos en orden cronológico según el año de nacimiento, sin parear por ninguna variable.

 

De acuerdo con lo anterior, se observó que las infecciones de origen bacteriano y viral fueron el principal agente etiológico identificado, tanto en el grupo de casos como en los controles, los sistemas genitourinario y respiratorio fueron los más afectados en las madres expuestas a infecciones.

 

En cuanto a la edad gestacional (EG) del recién nacido, tanto en casos como en los controles se evidenció que la mayoría de los neonatos fueron a término (RNT) como se observa en la Tabla 1, con un mayor porcentaje de recién nacidos pretérmino (RNPT) en los casos con respecto a los controles.

 

Tabla 1. Características generales de la población estudiada

 

Casos

Controles

OR (IC 95%)

n = 4 220

n = 5 771

 

Hombres (%)

2 323 (55.1 %)

3 112 (53.9 %)

 

Peso al nacer: gramos

 

 

 

Media (DE)*

2 789 (646)

2 982 (470)

 

Mediana (RIC) †

2 860 (720)

3 000 (550)

 

Rango

 

4 500 (500-5000)

5 070 (830-5900)

 

Edad gestacional: semanas

 

 

 

Media (DE)*

37.5 (2.7)

38.2 (1.8)

 

Edad de la madre: año

 

 

 

Media (DE)*

25.9 (7.3)

25.5 (6.9)

 

 

Expuestas a infección

Infección bacteriana

Infección viral
Infección fúngica

Infección parasitaria

Infección mixta

Total

 

 

 

1 936

63

194

24

20

2 186

 

 

2 468

52

285

31

21

2 703

 

 

1.1 (1.0-1.2)

1.7 (1.1-2.4)

0.9 (0.8-1.1)

1.1 (0.6-1.8)

1.3 (0.7-2.4)

1.2 (1.1-1.3)

No expuestas a infección

Infección bacteriana

Infección viral
Infección fúngica

Infección parasitaria

Infección mixta

Total

 

2 284

4 157

4 026

4 196

4 200

2 034

 

3 303

5 719

5 486

5 740

5 750

3 068

 

* = DE desviación estándar; † = RIC rango intercuartílico

 

Para las variables cuantitativas se encontró que la diferencia de peso al nacer y de la EG entre casos y controles de madres expuestas a infecciones gestacionales fue estadísticamente significativa (p-valor = < 0.001) con menor peso y menor EG en los casos respecto a los controles, mientras que no hubo diferencias asociadas con la edad materna entre estos dos grupos (ver Tabla 1).

 

En cuanto a la asociación entre el auto-reporte de infecciones con la aparición de DC, se encontró una asociación positiva entre ambos. De la misma forma se evidencio asociación entre las infecciones de tipo viral y bacteriana con el desarrollo de DC. Para los demás agentes etiológicos (fúngico, parasitario, mixto) no hubo asociación con ningún defecto congénito (ver Tabla 1). Cabe resaltar que las gestantes incluidas en este estudio pudieron estar mono-infectadas o poli-infectadas en uno o más sistemas del cuerpo.

 

Como resultados relevantes, se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre malformaciones de los sistemas craneofacial, sistema nervioso central, síndromes, sistema renal, sistema osteomuscular y región oral con la existencia de infecciones, independientemente de su agente etiológico (ver Tabla 2).

 

Tabla 2. Asociación entre los sistemas afectados en el recién nacido y exposición a infección

Sistema con defecto congénito

n

OR

IC 95 %

Cardiovascular

106

1.23

0.93-1.62

Genitourinario

60

1.02

0.71-1.45

Digestivo

143

1.26

0.99-1.61

Nervioso

157

1.46

1.15-1.86

Región oral

109

1.36

1.02-1.8

Renal

95

1.38

1.02-1.87

Respiratorio

9

0.79

0.34-1.84

Oído

35

1.24

0.77-2.01

Piel y tegumento

87

1.2

0.89-1.64

Osteomuscular

85

0.95

0.71-1.27

Síndrome

252

1.31

1.09-1.58

Polimalformados

526

1.14

1-1.29

No clasificado

39

1.23

0.78-1.94

 

En cuanto al tipo de agente etiológico (ver Tabla 3), se encontró que las infecciones bacterianas estaban asociadas con el desarrollo de DC en los sistemas cara, cuello, nariz y ojo y osteomuscular; seguido por sistema nervioso central y la región oral, mientras que las infecciones virales se asociaron con el desarrollo de defectos del sistema nervioso central, sistema renal, sistema osteomuscular y polimalformados. Otros hallazgos relevantes fueron la asociación entre las infecciones fúngicas con DC del sistema osteomuscular y entre las infecciones parasitarias con anomalías congénitas del sistema respiratorio.

 

Tabla 3. Asociación entre los agentes etiológicos y sistemas afectados en el recién nacido

 

Bacteriana 

Viral 

Fúngica 

Parasitaria 

Mixta 

Total 

Sistema 

OR

IC (95 %)

OR 

IC (95 %)

OR 

IC (95 %)

OR 

IC (95 %)

OR 

IC (95 %)

OR 

IC (95%)

Cardiovascular 

91 

1.08

0.82-1.41 

0.54 

0.07-3.94 

0.68 

0.32-1.47 

0.91 

0.12-6.71 

106 

1.23 

0.93-1.62 

Craneofacial 

25 

1.45 

0.82-2.57

0.84 

0.20-3.46 

5.83 

0.77-44.21 

30 

1.89 

1.05-3.4 

Genitourinario 

53 

0.96

0.67-1.37

0.31 

0.08-1.25 

2.17 

0.29-16.28 

60 

1.02 

0.71-1.45 

Digestivo 

120 

1.06

0.83-1.35

1.64 

0.59-4.57 

12 

0.89 

0.49-1.60 

2.06 

0.63-6.8 

2.03 

0.47-8.69 

143 

1.26 

0.99-1.61 

Nervioso 

128 

1.13

0.89-1.44

2.01 

0.80-5.06 

0.64 

0.33-1.26 

1.35 

0.32-5.66 

2.98 

0.88-10.04 

157 

1.46 

1.15-1.86 

Región oral 

89 

0.60

0.46-0.77

1.67 

0.52-5.41 

0.8 

0.39-1.64 

109 

1.36 

1.02-1.8 

Renal 

73 

0.98 

0.72-1.33 

3.27 

1.29-8.30 

0.81 

0.38-1.75 

 2 

2.17 

0.51-9.12 

3.2 

0.74-13.77 

95 

1.38 

1.02-1.87 

Respiratorio 

0.5 

0.2-1.28 

5.24 

0.69-39.66 

8.82 

1.15-67.6 

0.79 

0.34-1.84 

Oído 

29 

1.02 

0.63-1.66 

1.67 

0.23-12.23 

35 

1.24 

0.77-2.01 

Piel y tegumento 

72 

0.95 

0.70-1.30 

0.65 

0.09-4.76 

0.96 

0.47-1.96 

1.63 

0.22-12.19 

87 

1.2 

0.89-1.64 

Osteomuscular 

72 

0.84 

0.62-1.13 

10 

1.09 

0.57-2.08 

85 

0.95 

0.71-1.27 

Síndrome 

198 

0.97 

0.81-1.18 

1.66 

0.75-3.68 

26 

1.13 

0.75-1.70 

1.19 

0.36-3.91 

1.17 

0.27-5.01 

252 

1.31 

1.09-1.58 

Polimalformados 

421 

0.89 

0.78-1.02 

16 

1.70 

0.97-2.99 

48 

0.92 

0.67-1.26 

0.88 

0.34-2.28 

1.05 

0.36-3.05 

526 

1.14 

1-1.29 

No clasificado 

27 

0.75 

0.47-1.21 

1.49 

0.2-10.89 

0.53 

0.13-2.16 

2.5 

0.34-18.57 

3.7 

0.49-27.87 

39 

1.23 

0.78-1.94 

 

 

Discusión  

 

Según la literatura mundial, las infecciones cérvico-vaginales son responsables de una alta tasa de morbi-mortalidad fetal durante la gestación, lo cual probablemente sea consecuencia entre otros factores, de los cambios hormonales que repercuten en alteraciones del microbiota vaginal (11) (12). En el presente estudio se estableció que tanto el sistema genitourinario como el respiratorio, fueron los más afectados por las infecciones gestacionales; en este sentido, es importante explorar su relación con desenlaces perinatales adversos como los defectos congénitos y en consecuencia con la mortalidad neonatal, bajo peso al nacer (13) y prematurez (14), lo cual concuerda con hallazgos previos de estudios de casos y controles, reportados en la literatura (15).

 

Diversos estudios han corroborado la relación existente entre los patógenos del grupo STORCH y la aparición de defectos congénitos como: microcefalia, calcificaciones intracraneales, cardiopatías o alteraciones hepáticas, lo cual ha contribuido a la creación de medidas preventivas para el manejo de estas patologías durante el embarazo como políticas de salud pública (16–19). Sin embargo, al realizar una búsqueda estructurada en bases de datos como EBSCOhost, PUBMED, Scopus, SciELO, se hizo evidente la escasez a nivel nacional de estudios que establezcan o descarten la asociación entre otros agentes etiológicos con la presencia de defectos congénitos.

 

A pesar de que en este estudio no se encontraron diferencias estadísticamente significativas que sugieran alguna correlación con las edades maternas extremas, se ha documentado en la literatura que, a mayor edad materna, mayor riesgo de patologías secundarias relacionado con la no disyunción cromosómica, como trisomías 13,18 y 21 (20) o defectos del tubo neural (21). Mientras que, a menor edad materna, existe mayor riesgo de gastrosquisis, estenosis pilórica, entre otras entidades (22,23).

 

Uno de los hallazgos más llamativos en este estudio, fue la asociación entre las infecciones de tipo bacteriano y viral presentadas durante el embarazo y el desarrollo de defectos congénitos. En un estudio de Santos Solís M et al (24), la presencia de episodios febriles por causas infecciosas en el primer trimestre de gestación duplicó la aparición de malformaciones congénitas en las gestantes estudiadas. De igual manera, las enfermedades infecciosas que afectaron a las gestantes durante el primer trimestre del embarazo triplicaron el riesgo de desarrollar malformaciones congénitas en el feto (24).

 

Los defectos congénitos del sistema craneofacial son uno de los más frecuentes representando entre 10 y 15 % de las anomalías congénitas, los cuales se acompañan de un alto impacto en los recién nacidos y en sus familias, ya que pueden poner en peligro la vida o dejar secuelas permanentes. (25–27). Sin embargo, no hay evidencia en la literatura acerca de la posible asociación entre los defectos craneofaciales con la presencia de infecciones gestacionales y sus posibles agentes etiológicos.

 

Un estudio realizado por Wang et al, demostró que las gestantes con infecciones activas (anticuerpos STORCH IgM positivos) se asociaron con recién nacidos que presentaban defectos congénitos, por esta razón se hace relevante prevenir o tratar a tiempo las infecciones durante el embarazo (28).

 

Se encontró que defectos congénitos en los sistemas renal, cara, sistema nervioso central y osteomuscular estaban asociados con la presencia de alguna infección gestacional. En el 2017 Sunitha et al, demostraron que el 20 % de los recién nacidos hijos de gestantes en alto riesgo obstétrico y que presentaban un defecto congénito en el sistema renal tenía como antecedente infección por Toxoplasma gondii (p<0.05) (29,30). Otros autores como Abdul et al, Barycheva et al y Wang et al encontraron DC como hidrocefalia, microcefalia y anencefalia relacionadas con infecciones por citomegalovirus, rubeola y Toxoplasma gondii (28,31).

 

Según Jenkins et al, se han identificado factores de riesgo para el desarrollo de cardiopatías congénitas, entre las que se encuentran infecciones con virus de de la inmunodeficiencia humana (VIH), rubeola e influenza durante el embarazo (32). Otro estudio realizado por Lai et al, demostró asociaciones estadísticamente significativas entre infecciones maternas como la influenza y el herpes con cardiopatías coronarias congénitas (33). Sin embargo, lo anterior difiere con los hallazgos del presente estudio. Cabe resaltar que, a partir del 2014, Colombia se declaró libre de circulación del virus de la rubeola, entidad asociada con los DC (34).

 

En los estudios realizados por Yazdy M. et al, y Feldkamp M. et al, se demostró la existencia de una asociación entre las infecciones urinarias (ocurridas en semanas previas a la concepción o durante el primer trimestre del embarazo) y la presencia de defectos congénitos asociados a sistema digestivo (35,36). En el actual estudio no se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre ambos eventos.


Es importante resaltar que los resultados de las serologías reportadas por el laboratorio clínico permiten conocer si la gestante cursa con una primoinfección (infección primaria) o una reinfección e incluso una reactivación (en casos de inmunosupresión). Teniendo en cuenta lo anterior, se ha reportado que algunos agentes teratogénicos tienen mayor impacto cuando se produce la primo infección en un trimestre temprano del embarazo, llevando a que un defecto congénito se presente con mayor probabilidad (17).

 

Dentro de las limitaciones de este estudio, se encuentra que la determinación de presencia o ausencia de infecciones maternas durante el embarazo fue obtenida a través del auto-reporte de las gestantes, lo cual podría generar sesgo al depender de múltiples factores como: la precisión de la memoria de las pacientes entrevistadas, el completo diligenciamiento de la ficha, entre otros. Adicionalmente, existe la posibilidad que las madres cuyos hijos(as) tuvieron algún defecto congénito hayan sido más acuciosas en recordar alguna posible causa que explique la patología, contrario a lo que pudo ocurrir en aquellas madres cuyos hijos nacieron sin DC y que hayan subestimado este dato. Además, es importante tener en cuenta que se llevó a cabo un análisis univariado, lo que podría limitar la comprensión de las relaciones entre las variables. Por lo tanto, se sugiere la consideración de realizar análisis multivariados en investigaciones futuras.

 

Otra de las limitaciones del estudio, corresponde a la ausencia de la confirmación de la infección en términos del respectivo aislamiento del agente etiológico o de la identificación indirecta del mismo en la mayoría de las madres, lo cual se trató de solventar a través de la indagación de manifestaciones clínicas y manejo farmacológico de la madre, que contribuyeran a clasificar la etiología de la infección por parte del personal médico entrevistador. Por otra parte, variables como el tipo de tratamiento farmacológico empleado y/o la presencia de fiebre durante la gestación, considerados agentes teratogénicos por la literatura no fueron tenidas en cuenta al realizar el análisis en esta población.

 

 

Conclusiones

 

Las infecciones que más se asociaron con defectos congénitos fueron las de origen bacteriano y viral, los sistemas maternos más afectados correspondieron a genitourinario y respiratorio. En el presente análisis se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre el desarrollo de DC e infecciones gestacionales, principalmente en los sistemas craneofacial, nervioso, renal, osteomuscular, región oral y síndromes en el recién nacido, siendo este estudio pionero en su tipo   a nivel nacional.

 

Es importante profundizar en la asociación entre las infecciones gestacionales por grupo etiológico, considerando su alta frecuencia en las mujeres embarazadas, y el desarrollo de defectos congénitos en el feto; ya que un tratamiento temprano y oportuno de la madre podría disminuir el desarrollo de estas anomalías en la población infantil. Lo anterior se suma al alto costo del manejo clínico de los DC para el sistema de salud y no menos importante, al impacto de estas patologías en la calidad de vida de los pacientes y sus familiares.

 

Con el presente trabajo se establece además la sugerencia de realizar un modelo a futuro de estudios de seguimiento en niños nacidos de madres que hayan presentado infecciones gestacionales y el desarrollo tardío de DC; lo anterior en relación con el hecho que varias de las anomalías congénitas producto de infecciones prenatales, son asintomáticas en el recién nacido, haciéndose aparentes las secuelas en edades más avanzadas como puede suceder después de los 2 años de vida.

 

 

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